Kristen Stewart se dispone a iniciar la filmación de su próxima gran película Snow White and the Huntsman, y todo parece indicar que el éxito taquillero de "Thor", llevará al actor australiano Chris Hemsworth a quedarse con el protagónico masculino de la cinta.
Después del debut de "Thor" en los Estados Unidos con una recaudación de 65 millones de dólares en un solo fin de semana, su protagonista Hemsworth demostró su atracción taquillera y se enfiló a los estudios de Universal Picture para iniciar negociaciones de cuánto, cómo y dónde comenzar a filmar Snow White and the Huntsman.
La publicación The Hollywood Reporter informó que Kristen Stewart está ansiosa por saber si Hemsworth se quedará o no en el proyecto de esta adaptación cinematográfica del cuento infantil, que tendrá una adaptación más dramática: El verdugo deja de ser un obscuro e invisible personaje para convertirse en el co estelar de la historia.
Chris Hemsworth estaría interpretando al villano de la película, aquel fiel escudero de la malvada madrastra de Blanca Nieves que lo envía al bosque a matarla, pero la bella, tierna y graciosa jovencita interpretada por Kristen, termina por ganarse el corazón de su propio verdugo, quien lejos de hacerle daño, la protege y entrena para que sobreviva en medio del bosque. No se descarta un lazo sentimental entre Snow White y su verdugo.
La película será dirigida por Rupert Sanders y también cuenta con la participación de Charlize Theron como la malvada reina del cuento y de Sam Claflin como el príncipe. (Claflin también actúa en la nueva película de Pirates of Caribbean).
Muchos galanes alrededor de Kristen, pero ella solo tiene ojos para su amado Robert Pattinson.
viernes, 20 de mayo de 2011
viernes, 6 de mayo de 2011
Secuela de "Twilight" lidera candidatos premios MTV Movie Awards
La tercera parte del filme "Twilight" lideró el martes la lista de candidatos para los premios MTV Movie Awards, alargando el dominio de la serie sobre vampiros dentro de la premiación anual del canal de cable a lo mejor de Hollywood.
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- La tercera parte del filme "Twilight" lideró el martes la lista de candidatos para los premios MTV Movie Awards, alargando el dominio de la serie sobre vampiros dentro de la premiación anual del canal de cable a lo mejor de Hollywood.
"The Twilight Saga: Eclipse" recibió ocho nominaciones, seguida por "Inception" con siete. "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 1", "The Social Network" y "Black Swan" siguen el listado con seis, cinco y cuatro nominaciones, respectivamente.
Los cinco filmes competirán el 5 de junio en la categoría a Mejor Película en una ceremonia que será realizada cerca de Hollywood.
Los premios MTV, que son elegidos por el público mediante una votación por Internet, han sido acaparados por Bella, Edward y el resto de los románticos personajes de "Twilight" desde el 2009. Las primeras dos partes recibieron cinco premios cada una, incluido el trofeo a la Mejor Película.
Las estrellas de "Twilight" Robert Pattinson y Kristen Stewart, quienes ganaron el año pasado por sus papeles como Edward y Bella, defenderán sus títulos este año.
Stewart enfrenta una dura competencia con Natalie Portman, quien a comienzos de año obtuvo un premio Oscar por su interpretación como una bailarina trastornada en "Black Swan".
Entre otros nominados figuran la estrella de "Harry Potter" Emma Watson, Jennifer Aniston ("Just Go With It) y Emma Stone ("Easy A").
Pattinson competirá con su co-estrella de "Twilight" Taylor Lautner, su colega y rival como galán Zac Efron por "Charlie St. Cloud", el héroe de "Harry Potter" Daniel Radcliffe y el protagonista de "Social Network", Jesse Eisenberg.
La ceremonia de premios también integra categorías poco convencionales como Mejor Villano, Mejor Pelea y Mejor Beso. Portman y Mila Kunis fueron nominadas en esta última por su beso en "Black Swan".
Una nueva categoría -Mejor línea de una película- se integró a las anteriores. Dos candidatas vienen del guión de Aaron Sorkin para "Social Network". Diálogos de "Inception", "Grown Ups" y "Easy A" son los otros nominados.
La estrella de "Saturday Night Live" Jason Sudeikis conducirá la vigésima entrega de premios que MTV transmitirá en vivo desde el anfiteatro Gibson de Universal City.
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- La tercera parte del filme "Twilight" lideró el martes la lista de candidatos para los premios MTV Movie Awards, alargando el dominio de la serie sobre vampiros dentro de la premiación anual del canal de cable a lo mejor de Hollywood.
"The Twilight Saga: Eclipse" recibió ocho nominaciones, seguida por "Inception" con siete. "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 1", "The Social Network" y "Black Swan" siguen el listado con seis, cinco y cuatro nominaciones, respectivamente.
Los cinco filmes competirán el 5 de junio en la categoría a Mejor Película en una ceremonia que será realizada cerca de Hollywood.
Los premios MTV, que son elegidos por el público mediante una votación por Internet, han sido acaparados por Bella, Edward y el resto de los románticos personajes de "Twilight" desde el 2009. Las primeras dos partes recibieron cinco premios cada una, incluido el trofeo a la Mejor Película.
Las estrellas de "Twilight" Robert Pattinson y Kristen Stewart, quienes ganaron el año pasado por sus papeles como Edward y Bella, defenderán sus títulos este año.
Stewart enfrenta una dura competencia con Natalie Portman, quien a comienzos de año obtuvo un premio Oscar por su interpretación como una bailarina trastornada en "Black Swan".
Entre otros nominados figuran la estrella de "Harry Potter" Emma Watson, Jennifer Aniston ("Just Go With It) y Emma Stone ("Easy A").
Pattinson competirá con su co-estrella de "Twilight" Taylor Lautner, su colega y rival como galán Zac Efron por "Charlie St. Cloud", el héroe de "Harry Potter" Daniel Radcliffe y el protagonista de "Social Network", Jesse Eisenberg.
La ceremonia de premios también integra categorías poco convencionales como Mejor Villano, Mejor Pelea y Mejor Beso. Portman y Mila Kunis fueron nominadas en esta última por su beso en "Black Swan".
Una nueva categoría -Mejor línea de una película- se integró a las anteriores. Dos candidatas vienen del guión de Aaron Sorkin para "Social Network". Diálogos de "Inception", "Grown Ups" y "Easy A" son los otros nominados.
La estrella de "Saturday Night Live" Jason Sudeikis conducirá la vigésima entrega de premios que MTV transmitirá en vivo desde el anfiteatro Gibson de Universal City.
Robert Pattinson y Kristen Stewart adoptan juntos a un perro
El noviazgo de Robert Pattinson y Kristen Stewart cada vez se pone más serio. Y es que muchos dicen que una pareja antes de casarse, adopta un perro.
Pues los aclamados protagonistas de la saga de 'Crepúsculo' ya se encuentran dando ese paso tras adoptar juntos a un dulce perro, rescatado de Louisiana por Rob, cuando el actor se encontraba filmando en dicho estado escenas del filme 'Breaking Dawn'.
El perro de nombre 'Bear' es una mezcla de Pastor Alemán y, de acuerdo a informaciones de celebuzz.com este tierno animal ha unido más que nunca a los populares tórtolos.
Robert Stewart, de 24 años de edad, y Kristen Stewart, de 21 años, se turnan para cuidar a 'Bear' y lo llevan consigo de viaje cuando tienen que filmar juntos escenas de la entrega final de 'Crepúsculo'.
Lo único que les falta ahora es casarse y tener muchos hijos... ¡qué romántico!
Pues los aclamados protagonistas de la saga de 'Crepúsculo' ya se encuentran dando ese paso tras adoptar juntos a un dulce perro, rescatado de Louisiana por Rob, cuando el actor se encontraba filmando en dicho estado escenas del filme 'Breaking Dawn'.
El perro de nombre 'Bear' es una mezcla de Pastor Alemán y, de acuerdo a informaciones de celebuzz.com este tierno animal ha unido más que nunca a los populares tórtolos.
Robert Stewart, de 24 años de edad, y Kristen Stewart, de 21 años, se turnan para cuidar a 'Bear' y lo llevan consigo de viaje cuando tienen que filmar juntos escenas de la entrega final de 'Crepúsculo'.
Lo único que les falta ahora es casarse y tener muchos hijos... ¡qué romántico!
Chico demasiado perfecto
Robert Pattinson, guapo, rico y vampirizado por la fama de la saga 'Crepúsculo', intenta escapar de ella dando un salto a un circo ambulante. En 'Agua para elefantes' cae en brazos de Tai, el paquidermo más famoso de Hollywood.
Uno no puede ir más lejos. De aquí al mar. No hay nada más allá de Santa Mónica. Pero tampoco en esta playa californiana donde el continente americano acaba por el Oeste se puede fumar. Y Robert Pattinson se muere de ganas por fumarse un cigarrillo, un american spirit de esos naturales que le gustan, seña de identidad de una joven estrella de Hollywood. Una pequeña muestra de su rebeldía domesticada en un mundo en cruzada antitabaco. La misma rebeldía de ese pelo engominado que el actor británico no deja de mesarse para mitigar su nerviosismo. No nos engañemos, Pattinson preferiría no estar aquí. Hacer entrevistas no es lo suyo. Pero tampoco le quedan opciones. Ni le tengo secuestrado ni Hollywood le esclaviza: es víctima de su propia fama. El Edward Cullen de la saga Crepúsculo, por quien las Twihard, como se llaman sus acérrimas seguidoras, besan el suelo, no sabe dónde meterse. Para fumar o para respirar. Durante el rodaje de su última película, la primera de su nueva vida, Agua para elefantes, Pattinson tuvo que cambiar seis veces de hotel en Los Ángeles. No es puntilloso, es que no podía ni entrar en su habitación del acoso. "Sueño con el día en el que pueda tener mi casa sin temor a que alguien entre sin ser invitado", dice como un verdadero vampiro alguien que vive en su maleta desde que en 2008 la fama llamó a su puerta. Desde su desesperación, Pattinson lo dice con una sonrisa; está encantado con su vida. Se encuentra entre las 15 estrellas más importantes de Hollywood según la revista Vanity Fair y sus ingresos en 2010 alcanzaron los 27,5 millones de dólares. La saga que protagoniza ha recaudado hasta la fecha 1.100 millones de dólares en el mundo. Y faltan dos entregas. Pero todo tiene un precio, y Pattinson se ha vendido caro. Especialmente alguien que se confiesa tímido, que odiaba que su madre le sacara fotos y que nunca tuvo claro si quería ser actor. O al menos todo lo que conlleva. Como, por ejemplo, ser el hombre más deseado del planeta. "Un logro con gran significado", dice con ese puntito sarcástico que da a cualquier conversación su acento británico. "Me ha costado mucho trabajo conseguirlo", machaca con una sonrisa de oreja a oreja. "Son cosas sobre las que uno no tiene control. Lo mismo que con los premios o las críticas, todo lo que nos rodea", intenta explicar. Un "nos" que habla de Hollywood y no de la habitación del Fairmont Miramar donde estamos. "Como le escuché un día a Bardem, lo peligroso de que te den premios es que te lo puedes creer", afirma.
Creérselo no se lo cree. Al revés. Pattinson es de carácter bastante más animado, bromista y jovial que el de ese vampiro que le ha dado fama, que se pasa la vida sufriendo entre el ser y el devenir, la pasión y la abstinencia, la vida y la muerte. No. Pattinson solo se parece a su álter ego en su belleza, una piel nacarada, perfecta, labios jugosos, ojos profundos y un cuerpo diez que le da vergüenza mostrar. "Me pasaría la vida comiendo hamburguesas", comenta hablando de una gordura imposible de ver. Con 26 años el 13 de mayo, se empeñe o no, su único problema es ser demasiado perfecto. Al menos como Edward Cullen. Un serio problema porque, al acercase el final de una saga que ha dividido su último libro en dos para explotar más este fenómeno donde la cultura popular y el marketing se dan la mano, la única pregunta es "y ahora, ¿qué?". Él se encoge de hombros.
La respuesta se titula Agua para elefantes, película que ha rodado junto con Reese Witherspoon y Christopher Waltz basada en el libro de Sara Gruen, que transcurre durante la Depresión estadounidense. Interpreta al joven Jacob, quien a la muerte de sus padres abandona sus estudios de veterinaria y se suma a un circo ambulante para cuidar a los animales mientras se enamora de Marlena (Witherspoon), esposa del dueño (Waltz). "Hay muchas razones para hacer esta película. Venía de rodar otro Crepúsculo [primera parte de Amanecer] y fue un respiro. Por ejemplo, poder sudar sin que vengan cinco maquilladores a retocarte. O poder gesticular porque si lo hago como Edward parece kabuki. Y trabajar con dos oscarizados como Reese y Chris. Uno siempre tiene que trabajar con los mejores, y el único que no tenía estatuilla era yo". También vive como un respiro el cambio de conversación. De pasarse el día hablando de Kristen Stewart, la Bella crepuscular (o, mejor dicho, no hablando de esa relación que ambos mantienen fuera de pantalla o quizá no y sea todo campaña publicitaria), a derretirse por su nueva compañera de rodaje, Tai, el elefante, uno de los paquidermos más famosos de Hollywood. "Soy capaz de entender la psique de un elefante. No puedo decir lo mismo de mis fans", dice entre risas. Aunque no quiera, Kris sale en la charla, a veces con naturalidad, como alguien con quien está viviendo años intensos de su vida. Y otras veces surge en sus silencios. "La verdad no le importa a nadie. Está bien mantener una cierta mística en lo personal. La gente piensa que soy mucho más celoso de mi intimidad de lo que soy", confiesa aún sin soltar prenda. ¿Por qué no hablar a las claras? "Sería echar más leña al fuego. Llega un momento en que no hay más verdad que lo que sale en una revista de cotilleos, y si participas en eso, te conviertes en el cotilla".
Pattinson no se había parado a pensar en el cine o la fama antes de ser descubierto. Primero a menor escala, con una saga igual de importante que la de Harry Potter, pero con un personaje menor, Cedric Diggory, que encima se moría pronto. Pese a la corta vida de su papel, su trabajo quedó grabado en la memoria de todos, con odiosas comparaciones: del nuevo James Dean al nuevo Jude Law. Y luego vino la explosión crepuscular justo cuando Pattinson estaba a punto de regresar a su Inglaterra natal porque Hollywood no era tan acogedor como parecía. "Al llegar a Los Ángeles llevaba una eternidad desempleado y me dio por fingir entre los directores de casting que era un graduado de la Real Academia de Arte Dramático de Londres. Alguno me creyó", recuerda. El éxito no se hizo esperar, y con él, la fama. "No les veo tanto; no quiero sumarme a la gente que les asedia a diario", reconoció Catherine Hardwicke, la directora que lanzó su carrera y la de Stewart aunque no continuó al frente de la adaptación al cine de la obra de Stephenie Meyer. "Son muchos los que me consideran un producto, una pieza de la maquinaria Crepúsculo. Y más los que no son capaces de verme más allá de ese personaje".
No es un fenómeno nuevo. Demasiado éxito demasiado pronto. Algunos, como Christopher Atkins, no superaron El lago azul. Otros más recientes, como Zac Effron, intentan sobrevivir a la tormenta High School Musical. Sí se puede. Lo demostró Leonardo DiCaprio, tan asediado después del Titanic como hoy Pattinson. A la deriva con filmes como La playa y avergonzado entre sus colegas como el único sin Oscar cuando tocó galardonar al Titanic, DiCaprio es hoy una de las mayores estrellas de la industria convertido en su propio motor, productor y musa del realizador más venerado, Martin Scorsese, su nuevo Robert De Niro. Y sin llegar tan lejos, su correligionario de los tiempos de Harry Potter, Daniel Radcliffe, acaba la saga haciéndose hueco en el teatro en Broadway tras una buena acogida en su interpretación, desnudo, en Equus. "Yo no me imagino algo así. Solo veo público sacando fotos durante la obra. Chupándote energía. Y en teatro, más que en otro sitio, necesitas recibirla", dice.
De ahí que el resultado de Agua para elefantes sea tan importante para él. Su prueba de fuego. Esa por la que redujo su salario a 1,5 millones de dólares de los 12,5 millones que acostumbra a cobrar por cada Crepúsculo. Hasta ahora, sus escapadas no han funcionado. La taquilla de Recuérdame superó escasamente los 50 millones de dólares y ese Sin límites en el que hizo de Salvador Dalí ni se registró. Como Cullen sabe, hay vida tras la muerte, y Pattinson tiene más películas en cartera fuera de la saga: Bel Ami, basada en la novela de Guy de Maupassant, y Cosmópolis, de Don DeLillo, bajo la dirección de David Cronenberg. "Suena genial. El guión es increíble con un reparto increíble, así que solo espero que sea increíble".
Además tiene otras ideas en la cabeza para diversificar. Como asegura, lo peor de ser actor (estrella, le corrijo) es que los que le rodean necesitan protegerle todo el rato. Y él quiere correr riesgos. De hecho, durante la charla se le escapa una extraña admiración por Charlie Sheen o Joaquin Phoenix, protagonistas de algunos de los comportamientos más estrambóticos de la industria. Para alguien con el tabaco como único vicio, sus riesgos hacen referencia a nuevas aventuras artísticas, como ese guión que quiere escribir con textos de Lillian Hellman ("se supone que es un secreto", apostilla) y el deseo de ser productor, como DiCaprio, para tener más control sobre lo que hace.
Hay tiempo. Hasta 2012 no concluye la saga que le vio nacer y, dice, lo mejor está por llegar. "Las dos partes que quedan son diferentes porque el libro también es diferente", admite sobre Amanecer. "Es el más extraño de todos y no puedes evitar esos momentos casi gráficos. Bill Condon, el director, no deja de repetir que menos mal que comenzó su carrera haciendo cine de terror, se siente como en casa". A Pattinson se le nota cansado. El entusiasmo no es el mismo que cuando habla de Agua para elefantes. Pero tiene claras las responsabilidades con cada papel. "No es que llegues a hacer las paces del todo, pero empiezas a aceptarlo", admite en referencia a la fama que disfruta. "Si quieres seguir trabajando, tienes que aceptar lo que conlleva". Solo necesita tiempo. Unos diez años, calcula. Hasta que las entrevistas dejen de describirle como el vampiro de Crepúsculo; hasta que consiga tomar perspectiva, él y sus seguidores, del fenómeno que le lanzó al ruedo; hasta que disfrute de un mayor control sobre su persona, su imagen y su trabajo; hasta que pueda disfrutar de esa casa particular sin el asedio de cámaras. "El tiempo pasa rápido, y más en esta industria", afirma. Mientras, seguirá trabajando como hasta ahora, sin parar desde que se convirtió en el vampiro Edward Cullen. Como el protagonista de la novela, Pattinson vive una nueva vida. Queda por ver si será inmortal.
Uno no puede ir más lejos. De aquí al mar. No hay nada más allá de Santa Mónica. Pero tampoco en esta playa californiana donde el continente americano acaba por el Oeste se puede fumar. Y Robert Pattinson se muere de ganas por fumarse un cigarrillo, un american spirit de esos naturales que le gustan, seña de identidad de una joven estrella de Hollywood. Una pequeña muestra de su rebeldía domesticada en un mundo en cruzada antitabaco. La misma rebeldía de ese pelo engominado que el actor británico no deja de mesarse para mitigar su nerviosismo. No nos engañemos, Pattinson preferiría no estar aquí. Hacer entrevistas no es lo suyo. Pero tampoco le quedan opciones. Ni le tengo secuestrado ni Hollywood le esclaviza: es víctima de su propia fama. El Edward Cullen de la saga Crepúsculo, por quien las Twihard, como se llaman sus acérrimas seguidoras, besan el suelo, no sabe dónde meterse. Para fumar o para respirar. Durante el rodaje de su última película, la primera de su nueva vida, Agua para elefantes, Pattinson tuvo que cambiar seis veces de hotel en Los Ángeles. No es puntilloso, es que no podía ni entrar en su habitación del acoso. "Sueño con el día en el que pueda tener mi casa sin temor a que alguien entre sin ser invitado", dice como un verdadero vampiro alguien que vive en su maleta desde que en 2008 la fama llamó a su puerta. Desde su desesperación, Pattinson lo dice con una sonrisa; está encantado con su vida. Se encuentra entre las 15 estrellas más importantes de Hollywood según la revista Vanity Fair y sus ingresos en 2010 alcanzaron los 27,5 millones de dólares. La saga que protagoniza ha recaudado hasta la fecha 1.100 millones de dólares en el mundo. Y faltan dos entregas. Pero todo tiene un precio, y Pattinson se ha vendido caro. Especialmente alguien que se confiesa tímido, que odiaba que su madre le sacara fotos y que nunca tuvo claro si quería ser actor. O al menos todo lo que conlleva. Como, por ejemplo, ser el hombre más deseado del planeta. "Un logro con gran significado", dice con ese puntito sarcástico que da a cualquier conversación su acento británico. "Me ha costado mucho trabajo conseguirlo", machaca con una sonrisa de oreja a oreja. "Son cosas sobre las que uno no tiene control. Lo mismo que con los premios o las críticas, todo lo que nos rodea", intenta explicar. Un "nos" que habla de Hollywood y no de la habitación del Fairmont Miramar donde estamos. "Como le escuché un día a Bardem, lo peligroso de que te den premios es que te lo puedes creer", afirma.
Creérselo no se lo cree. Al revés. Pattinson es de carácter bastante más animado, bromista y jovial que el de ese vampiro que le ha dado fama, que se pasa la vida sufriendo entre el ser y el devenir, la pasión y la abstinencia, la vida y la muerte. No. Pattinson solo se parece a su álter ego en su belleza, una piel nacarada, perfecta, labios jugosos, ojos profundos y un cuerpo diez que le da vergüenza mostrar. "Me pasaría la vida comiendo hamburguesas", comenta hablando de una gordura imposible de ver. Con 26 años el 13 de mayo, se empeñe o no, su único problema es ser demasiado perfecto. Al menos como Edward Cullen. Un serio problema porque, al acercase el final de una saga que ha dividido su último libro en dos para explotar más este fenómeno donde la cultura popular y el marketing se dan la mano, la única pregunta es "y ahora, ¿qué?". Él se encoge de hombros.
La respuesta se titula Agua para elefantes, película que ha rodado junto con Reese Witherspoon y Christopher Waltz basada en el libro de Sara Gruen, que transcurre durante la Depresión estadounidense. Interpreta al joven Jacob, quien a la muerte de sus padres abandona sus estudios de veterinaria y se suma a un circo ambulante para cuidar a los animales mientras se enamora de Marlena (Witherspoon), esposa del dueño (Waltz). "Hay muchas razones para hacer esta película. Venía de rodar otro Crepúsculo [primera parte de Amanecer] y fue un respiro. Por ejemplo, poder sudar sin que vengan cinco maquilladores a retocarte. O poder gesticular porque si lo hago como Edward parece kabuki. Y trabajar con dos oscarizados como Reese y Chris. Uno siempre tiene que trabajar con los mejores, y el único que no tenía estatuilla era yo". También vive como un respiro el cambio de conversación. De pasarse el día hablando de Kristen Stewart, la Bella crepuscular (o, mejor dicho, no hablando de esa relación que ambos mantienen fuera de pantalla o quizá no y sea todo campaña publicitaria), a derretirse por su nueva compañera de rodaje, Tai, el elefante, uno de los paquidermos más famosos de Hollywood. "Soy capaz de entender la psique de un elefante. No puedo decir lo mismo de mis fans", dice entre risas. Aunque no quiera, Kris sale en la charla, a veces con naturalidad, como alguien con quien está viviendo años intensos de su vida. Y otras veces surge en sus silencios. "La verdad no le importa a nadie. Está bien mantener una cierta mística en lo personal. La gente piensa que soy mucho más celoso de mi intimidad de lo que soy", confiesa aún sin soltar prenda. ¿Por qué no hablar a las claras? "Sería echar más leña al fuego. Llega un momento en que no hay más verdad que lo que sale en una revista de cotilleos, y si participas en eso, te conviertes en el cotilla".
Pattinson no se había parado a pensar en el cine o la fama antes de ser descubierto. Primero a menor escala, con una saga igual de importante que la de Harry Potter, pero con un personaje menor, Cedric Diggory, que encima se moría pronto. Pese a la corta vida de su papel, su trabajo quedó grabado en la memoria de todos, con odiosas comparaciones: del nuevo James Dean al nuevo Jude Law. Y luego vino la explosión crepuscular justo cuando Pattinson estaba a punto de regresar a su Inglaterra natal porque Hollywood no era tan acogedor como parecía. "Al llegar a Los Ángeles llevaba una eternidad desempleado y me dio por fingir entre los directores de casting que era un graduado de la Real Academia de Arte Dramático de Londres. Alguno me creyó", recuerda. El éxito no se hizo esperar, y con él, la fama. "No les veo tanto; no quiero sumarme a la gente que les asedia a diario", reconoció Catherine Hardwicke, la directora que lanzó su carrera y la de Stewart aunque no continuó al frente de la adaptación al cine de la obra de Stephenie Meyer. "Son muchos los que me consideran un producto, una pieza de la maquinaria Crepúsculo. Y más los que no son capaces de verme más allá de ese personaje".
No es un fenómeno nuevo. Demasiado éxito demasiado pronto. Algunos, como Christopher Atkins, no superaron El lago azul. Otros más recientes, como Zac Effron, intentan sobrevivir a la tormenta High School Musical. Sí se puede. Lo demostró Leonardo DiCaprio, tan asediado después del Titanic como hoy Pattinson. A la deriva con filmes como La playa y avergonzado entre sus colegas como el único sin Oscar cuando tocó galardonar al Titanic, DiCaprio es hoy una de las mayores estrellas de la industria convertido en su propio motor, productor y musa del realizador más venerado, Martin Scorsese, su nuevo Robert De Niro. Y sin llegar tan lejos, su correligionario de los tiempos de Harry Potter, Daniel Radcliffe, acaba la saga haciéndose hueco en el teatro en Broadway tras una buena acogida en su interpretación, desnudo, en Equus. "Yo no me imagino algo así. Solo veo público sacando fotos durante la obra. Chupándote energía. Y en teatro, más que en otro sitio, necesitas recibirla", dice.
De ahí que el resultado de Agua para elefantes sea tan importante para él. Su prueba de fuego. Esa por la que redujo su salario a 1,5 millones de dólares de los 12,5 millones que acostumbra a cobrar por cada Crepúsculo. Hasta ahora, sus escapadas no han funcionado. La taquilla de Recuérdame superó escasamente los 50 millones de dólares y ese Sin límites en el que hizo de Salvador Dalí ni se registró. Como Cullen sabe, hay vida tras la muerte, y Pattinson tiene más películas en cartera fuera de la saga: Bel Ami, basada en la novela de Guy de Maupassant, y Cosmópolis, de Don DeLillo, bajo la dirección de David Cronenberg. "Suena genial. El guión es increíble con un reparto increíble, así que solo espero que sea increíble".
Además tiene otras ideas en la cabeza para diversificar. Como asegura, lo peor de ser actor (estrella, le corrijo) es que los que le rodean necesitan protegerle todo el rato. Y él quiere correr riesgos. De hecho, durante la charla se le escapa una extraña admiración por Charlie Sheen o Joaquin Phoenix, protagonistas de algunos de los comportamientos más estrambóticos de la industria. Para alguien con el tabaco como único vicio, sus riesgos hacen referencia a nuevas aventuras artísticas, como ese guión que quiere escribir con textos de Lillian Hellman ("se supone que es un secreto", apostilla) y el deseo de ser productor, como DiCaprio, para tener más control sobre lo que hace.
Hay tiempo. Hasta 2012 no concluye la saga que le vio nacer y, dice, lo mejor está por llegar. "Las dos partes que quedan son diferentes porque el libro también es diferente", admite sobre Amanecer. "Es el más extraño de todos y no puedes evitar esos momentos casi gráficos. Bill Condon, el director, no deja de repetir que menos mal que comenzó su carrera haciendo cine de terror, se siente como en casa". A Pattinson se le nota cansado. El entusiasmo no es el mismo que cuando habla de Agua para elefantes. Pero tiene claras las responsabilidades con cada papel. "No es que llegues a hacer las paces del todo, pero empiezas a aceptarlo", admite en referencia a la fama que disfruta. "Si quieres seguir trabajando, tienes que aceptar lo que conlleva". Solo necesita tiempo. Unos diez años, calcula. Hasta que las entrevistas dejen de describirle como el vampiro de Crepúsculo; hasta que consiga tomar perspectiva, él y sus seguidores, del fenómeno que le lanzó al ruedo; hasta que disfrute de un mayor control sobre su persona, su imagen y su trabajo; hasta que pueda disfrutar de esa casa particular sin el asedio de cámaras. "El tiempo pasa rápido, y más en esta industria", afirma. Mientras, seguirá trabajando como hasta ahora, sin parar desde que se convirtió en el vampiro Edward Cullen. Como el protagonista de la novela, Pattinson vive una nueva vida. Queda por ver si será inmortal.
Kristen Stewart se identifica con su personaje de Bella
La actriz, Kristen Stewart se declaró bastante cómoda con su personaje en el final de la saga ‘Crepúsculo’.
Según una publicación de ‘Entertainment Weekly’, la actriz se siente bastante identificada con el rumbo que tomó su personaje.
“Estoy absolutamente del lado de Bella. La idea de destruir algo que ellos hicieron juntos y que podría no volver a pasar… no tiene nada que ver con el tema pro vida”, dijo la novia de Robert Pattinson sobre la decisión que tomo su personaje de Bella para tener un hijo.
La actriz apoyó la idea de que en la historia su personaje haya tomado la decisión de ser mamá.
“Me encanta la idea de ella luchando. Ella está deseando morir hace mucho tiempo, pero ahora la verás realmente morir por esto”, agregó Stewart.
La joven de 21 años reveló que la historia de Bella puede parecerse mucho a la realidad. “Esto realmente le puede parecer a cualquier chica de mi edad. Me refiero a todo lo demás, no lo de los vampiros”, explicó la actriz.
“No me sentí como ‘¿Cómo podría interpretar esto? ¡es tan alejado a la realidad! No, yo podría quedar embarazada mañana”, concluyó.
La primera parte del final de Amanecer se estrenará en noviembre de este año, y la segunda parte en el 2012.
Según una publicación de ‘Entertainment Weekly’, la actriz se siente bastante identificada con el rumbo que tomó su personaje.
“Estoy absolutamente del lado de Bella. La idea de destruir algo que ellos hicieron juntos y que podría no volver a pasar… no tiene nada que ver con el tema pro vida”, dijo la novia de Robert Pattinson sobre la decisión que tomo su personaje de Bella para tener un hijo.
La actriz apoyó la idea de que en la historia su personaje haya tomado la decisión de ser mamá.
“Me encanta la idea de ella luchando. Ella está deseando morir hace mucho tiempo, pero ahora la verás realmente morir por esto”, agregó Stewart.
La joven de 21 años reveló que la historia de Bella puede parecerse mucho a la realidad. “Esto realmente le puede parecer a cualquier chica de mi edad. Me refiero a todo lo demás, no lo de los vampiros”, explicó la actriz.
“No me sentí como ‘¿Cómo podría interpretar esto? ¡es tan alejado a la realidad! No, yo podría quedar embarazada mañana”, concluyó.
La primera parte del final de Amanecer se estrenará en noviembre de este año, y la segunda parte en el 2012.
viernes, 29 de abril de 2011
Kristen Stewart y Robert Pattinson en bañador en el rodaje de Amanecer
Desde el rodaje de Amanecer nos llegan nuevas imágenes de Kristen Stewart y Robert Pattinson rodando las últimas escenas de la película, seguramente de la luna de miel de Bella Swan y Edward Cullen.
El rodaje se realizó en la localidad de St. Thomas, en las Islas Vírgenes Británicas, y nos imaginamos que no fue nada fácil para Kris y Rob sumergirse en el océano de noche con el agua a una temperatura más bien baja… Kristen tuvo que trabajar hasta las 4 de la mañana vestida solo con un minúsculo bikini verde que con la postproducción “desaparecerá” para que parezca que esté desnuda.
Como puedes ver KStew está en una gran forma física: tendrá la suerte de
El rodaje se realizó en la localidad de St. Thomas, en las Islas Vírgenes Británicas, y nos imaginamos que no fue nada fácil para Kris y Rob sumergirse en el océano de noche con el agua a una temperatura más bien baja… Kristen tuvo que trabajar hasta las 4 de la mañana vestida solo con un minúsculo bikini verde que con la postproducción “desaparecerá” para que parezca que esté desnuda.
Como puedes ver KStew está en una gran forma física: tendrá la suerte de
Kristen Stewart: Las escenas de sexo y del parto son muy gráficas
Kristen Stewart quería llevar las escenas de Breaking Dawn al extremo.
Con una base de fans dominada por adolescentes, el capitulo final de "Twilight" puede sorprender a muchos en el público. Y no tendrá nada que ver con chupar sangre o la violencia de hombres lobo.
El director de "Breaking Dawn" habló con Entertainment Weekly y dijo que no encubrirá las escenas gráficas de sexo y del parto en la adaptación para el cine de la novela. Le dijo a la revista, "Grabamos todo, cuando hacen el amor o cuando da a luz tan potente y poderoso como esas cosas pueden llegar a ser. Será interesante ver si hay personas que crean que es demasiado perturbador para este universo."
Kristen Stewart no es una de ellas. Ella quería llevarlo aun más al extremo.
Ella dijo, "Es curioso porque cuando se le dio una clasificación de PG-13 todos creían que era debido a las escenas de sexo. La escena del parto es muy efectiva e impresionante. Pero pudo haber sido impactante y grotesca porque esa fue la manera en la que fue escrita en el libro. A mi me hubiera encantado haber vomitado sangre."
Se ha visto poco de la cinta, la cual está a punto de terminarse. Hasta el momento solo unas pocas imágenes han sido dadas a conocer, incluyendo dos de la escena de sexo. Hablando de esa escena Robert Pattinson la comparó con un juego de mesa.
Robert le dijo a MTV, "Siempre es un poco incómodo en cierta manera realizar una escena así con cualquiera. Todo depende de la forma en la que es preparada, es como jugar Twister."
Pues yo se de muchas personas a las cuales les encantaría jugar Twister con Rob o Kristen. ¿O miento chicos?
Con una base de fans dominada por adolescentes, el capitulo final de "Twilight" puede sorprender a muchos en el público. Y no tendrá nada que ver con chupar sangre o la violencia de hombres lobo.
El director de "Breaking Dawn" habló con Entertainment Weekly y dijo que no encubrirá las escenas gráficas de sexo y del parto en la adaptación para el cine de la novela. Le dijo a la revista, "Grabamos todo, cuando hacen el amor o cuando da a luz tan potente y poderoso como esas cosas pueden llegar a ser. Será interesante ver si hay personas que crean que es demasiado perturbador para este universo."
Kristen Stewart no es una de ellas. Ella quería llevarlo aun más al extremo.
Ella dijo, "Es curioso porque cuando se le dio una clasificación de PG-13 todos creían que era debido a las escenas de sexo. La escena del parto es muy efectiva e impresionante. Pero pudo haber sido impactante y grotesca porque esa fue la manera en la que fue escrita en el libro. A mi me hubiera encantado haber vomitado sangre."
Se ha visto poco de la cinta, la cual está a punto de terminarse. Hasta el momento solo unas pocas imágenes han sido dadas a conocer, incluyendo dos de la escena de sexo. Hablando de esa escena Robert Pattinson la comparó con un juego de mesa.
Robert le dijo a MTV, "Siempre es un poco incómodo en cierta manera realizar una escena así con cualquiera. Todo depende de la forma en la que es preparada, es como jugar Twister."
Pues yo se de muchas personas a las cuales les encantaría jugar Twister con Rob o Kristen. ¿O miento chicos?
Kristen Stewart y Pattinson: ¿yo Nueva York y tú Londres?
Kristen Stewart y Robert Pattinson parece que por fin han terminado el rodaje de Breaking Dawn. Ahora Robert tiene diversos compromisos de promoción en Londres y Europa, y Kristen se debate entre acompañarle o quedarse en Nueva York para el Met Ball.
Kristen Stewart tiene la costumbre de acudir cada año al Met Ball de Nueva York, que en esta ocasión se celebra en el Metropolitan Museum of Art, en pleno Upper East Side de Manhattan el próximo lunes 2 de mayo. Sin embargo, Robert Pattinson tiene el estreno de "Water for Elephants" en Londres al día siguiente, el día 3 de mayo. ¿Cómo harán para cuadrar sus agendas?
La cosa no está fácil, teniendo en cuenta que a Kristen le gusta acompañar a Robert a cada uno de sus actos oficiales, como ya hizo para la premiere en Nueva York. Pero al mismo tiempo a Kristen Stewart le encanta el Met Ball y el año pasado ya acudió al de Chanel.
¿Tomará un avión de New York a Londres para estar allí en 7 horas? No me extrañaría teniendo en cuenta lo mucho que esta pareja se quiere.
Kristen Stewart tiene la costumbre de acudir cada año al Met Ball de Nueva York, que en esta ocasión se celebra en el Metropolitan Museum of Art, en pleno Upper East Side de Manhattan el próximo lunes 2 de mayo. Sin embargo, Robert Pattinson tiene el estreno de "Water for Elephants" en Londres al día siguiente, el día 3 de mayo. ¿Cómo harán para cuadrar sus agendas?
La cosa no está fácil, teniendo en cuenta que a Kristen le gusta acompañar a Robert a cada uno de sus actos oficiales, como ya hizo para la premiere en Nueva York. Pero al mismo tiempo a Kristen Stewart le encanta el Met Ball y el año pasado ya acudió al de Chanel.
¿Tomará un avión de New York a Londres para estar allí en 7 horas? No me extrañaría teniendo en cuenta lo mucho que esta pareja se quiere.
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